13 May El PSOE reclama a Rosa Dávila medidas contra la sequía después de tres meses sin una sola iniciativa para el campo y con las balsas en mínimos históricos
- El presidente del Grupo Socialista en el Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, ha recordado a la presidenta insular que el PSOE le aseguró en febrero que apoyaría la declaración de emergencia hídrica, aunque le advirtió de que retrasaría excesivamente la adopción de medidas urgentes para aliviar la situación de la agricultura. Este sector lleva meses haciendo frente a una situación crítica, con cortes continuos de agua, lo cual genera graves problemas al sector y encarece la cesta de la compra de la ciudadanía.
- Han pasado tres meses desde que el Cabildo anunció que declararía la emergencia hídrica. Las balsas han llegado a estar al 40,7% de su capacidad, con un mes de abril que ha sido el más cálido de la historia. Pedro Martín ha recordado que “apoyamos la declaración de emergencia hídrica, aunque advertimos de que no era la medida más rápida. La acompañamos de un listado de obras y señalamos, además, las partidas presupuestarias de donde podía salir el dinero para hacerlas. Pero Rosa Dávila ha hecho lo de siempre -ha explicado-: hacer anuncios y no tomar medidas”. Esperamos que por fin esta semana se decida a firmar la emergencia.
El presidente del Grupo Socialista en el Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, ha recordado hoy a Rosa Dávila que, en breve, se cumplirán tres meses desde que anunció que declararía la emergencia hídrica, sin que lo haya llevado a cabo ni haya puesto en marcha medidas como las que propuso en febrero el PSOE, entre ellas se encuentra la instalación de desaladoras portátiles en los puntos más críticos.
“Han pasado más de dos meses esenciales para el sector primario, en los que la cantidad de agua disponible para el campo ha pasado a ser crítica, sin que se haya declarado la emergencia hídrica ni se hayan tomado otras medidas urgentes”, ha explicado Pedro Martín, quien ha subrayado que “apoyamos a Coalición Canaria en la declaración de la emergencia hídrica, aunque ya le dijimos que no era la medida más rápida. Le planteamos medidas y obras concretas y le indicamos las partidas
presupuestarias de las que podían salir los recursos. Sin embargo -ha añadido-, pasa el tiempo y Rosa Dávila se queda en lo de siempre: hacer anuncios y no tomar ninguna iniciativa”.
En este periodo en el que no se han adoptado medidas ni se ha declarado la emergencia hídrica, el nivel de las balsas en Tenerife ha llegado a situarse apenas en el 40,7% de su capacidad con un mes, abril, que ha sido el más caluroso desde que se tienen registros.
Las balsas, en mínimos históricos
Entre el 1 de mayo de 2023 y la misma fecha de este año, el porcentaje del agua en los embalses ha pasado del 56% al 42%, una caída de 14 puntos porcentuales. Con respecto al mes anterior, la disminución ha sido de casi cinco puntos menos.
Todo ello ha anticipado a la primavera el periodo crítico para el sector agrícola, que años atrás se producía entrado el verano. “No parece que vayamos a tener lluvias y no se toman medidas”, ha insistido Pedro Martín, quien ha recordado que “nosotros invertimos 250 millones de euros para conseguir agua para los agricultores, sobre todo en iniciativas de reutilización y desalación”.
“Necesitamos que el Cabildo tome decisiones en tanto en cuanto las infraestructuras que iniciamos se van terminando y entrando en funcionamiento. Le dijimos al grupo de gobierno lo que debía hacer y, sin embargo, no ha hecho nada”.
Por su parte, el consejero socialista Javier Parrilla ha explicado que, gracias a la gestión realizada en el anterior mandato, este año se ha logrado que el 60% del agua que suministra Balten (dependiente del Cabildo de Tenerife) proceda o bien de la regeneración o bien de la desalación, lo que significan más de 12,6 millones de metros cúbicos de agua regenerada y desalada al año para regadío.
Plan de choque del PSOE
El plan de choque propuesto por el PSOE añadiría al sistema en torno a 40.000 metros cúbicos diarios más de agua de riego, consta de cinco actuaciones y dos planes para minimizar las pérdidas, todo ello con una inversión de, al menos, 65 millones de euros.
En cuanto a la desalación de agua, la propuesta socialista pasa por la construcción de las desaladoras comarcales del Nordeste, que iría ubicada en el municipio de San Cristóbal de La Laguna, y del Valle de Güímar. Ambas supondrían 40 millones de euros de inversión y 40.000 metros cúbicos adicionales. Los proyectos e informes de impacto ambiental se encuentran preparados. Todo ello sin olvidar la ampliación de las depuradoras de Fonsalía y Granadilla de Abona.
Mientras se realizan las obras, Pedro Martín había pedido que se recuperara la desaladora portátil que se instaló en Güímar en el pasado.
Junto a ellas se pondría en marcha la depuradora de la Isla Baja. Este proyecto es fundamental para una zona de Tenerife que es la que precisa una mayor cantidad de agua para el sector primario. En la Isla Baja, además, la intervención más importante es la conducción entre el Valle de la Orotava y la zona agrícola de la Isla Baja.